Este 2016 ha sido otro año devastador en relación a brechas de ciberseguridad, tanto en PYMEs y grandes empresas como a nivel
usuario. Los ataques a las cuentas de Yahoo, Twitter y el bitcoin han demostrado una vez más que nadie es inmune a los hackers
y que son cada vez más sofisticados. Los virus siguen reinventándose y
aumentando y se dirigen a los datos de más valor: números de la
seguridad social, tarjetas de crédito, datos de salud, correos
electrónicos y contraseñas. De cara a 2017, las acciones de ciberdelincuentes autónomos aumentarán frente al cibercrimen organizado. Según los expertos de seguridad informática, las amenazas a tener en
cuenta este próximo año son las aplicaciones móviles, los videojuegos, el internet de las cosas, los gadgets de la salud y las infraestructuras críticas, como la administración pública, el sistema financiero y la industria nuclear.
Los dispositivos móviles así como sus populares apps son cada vez más relevantes para los usuarios y marcas. Y teniendo en cuenta que las aplicaciones para móviles guardan datos personales muy valiosos para los hackers:
desde las preferencias y la localización de los usuarios hasta los
datos bancarios en aquellas que permiten compras. A lo largo del próximo
año, los cibercriminales se centrarán en explotar las debilidades de
las apps y desarrollar versiones con virus.
Muchos aprovechan la urgencia que muchos usuarios tienen por descargar
las aplicaciones —como sucedió con Pokemon Go— para camuflar versiones
falsas que infectan el teléfono.
Las aplicaciones que abusan de servicios premium y el adware las principales amenzas.
Más información en:
El negocio de los videojuegos en línea continúa creciendo y los ciberataques con él. A lo largo de los últimos años se han sucedido múltiples ataques que han tenido como víctimas a los usuarios de PlayStation y Xbox, dos de las plataformas más extendidas en el mundo de los videojuegos. Uno de los motivos por los que la amenaza de los virus sobrevuela a los gamers es que los usuarios aún no hacen lo suficiente para protegerse. Según Camilo Gutiérrez, investigador de ESET en Latinoamérica, el 53% no usa ningún tipo de antivirus y, de los que sí lo hacen, el 36% lo desactiva cuando juega para que no afecte al rendimiento del equipo. En febrero del año pasado, la compañía Big Fish Games sufrió uno de los ataques más recientes: los hackers instalaron un virus en la página de facturación y pago e interceptaron así los datos bancarios de los usuarios.
Los adictos a videojuegos son una presa fácil de los ciberataques. Según un estudio llevado a cabo por ESET, los jugones prefieren comprometer la seguridad de sus dispositivos a perder una partida.
El desarrollo creciente de coches autónomos y casas automatizadas implica también nuevos ámbitos a los que los hackers pueden sacar partido. Se calcula que solo en 2016 ha habido 6.400 millones de dispositivos conectados a internet (móviles, televisores, relojes, neveras) y se teme que el próximo año aumenten los delitos de secuestro de estos objetos, es decir, que se instale un virus que bloquea, por ejemplo, una cámara de seguridad, y se pida dinero a cambio de desbloquearla. Esto es lo que se denomina ransomware. Así, el año que viene se verá una evolución de la práctica que los cibercriminales habían llevado a cabo hasta ahora: recurrían a programas maliciosos que bloquean los equipos y exigían el pago de un rescate para liberar el disco duro.
Los piratas informáticos continúan introduciéndose con monótona regularidad en sistemas y bases de datos protegidos en forma extrema. Y el nuevo y tentador objetivo para los ciberataques: las centrales nucleares. La alarma ya la hizo sonar la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), que urgió a la comunidad mundial a intensificar los esfuerzos para proteger las plantas nucleares de posibles ataques informáticos.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: http://www.elcomercio.com/opinion/columna-thalifdeen-plantasnucleares-ciberataques-opinion.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com
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La compañía Check Point añade a esta lista los ataques a la nube, donde cada vez hay más datos almacenados. Infectar con un virus a un proveedor de servicios cloud afectaría a todos los clientes que almacenan sus datos allí, por lo que con un solo ataque los hackers consiguen acceso a los sistemas de multitud de empresas. A pesar de que las compañías de cloud computing invierten muchísimo dinero en mejorar su seguridad, el hecho de que cada vez más empresas opten por la nube hace que los ataques se dirijan cada vez más hacia estas nuevas infraestructuras.
Las 'apps' maliciosas
Las aplicaciones que abusan de servicios premium y el adware las principales amenzas.
Más información en:
Los riesgos de la vida 'gamer'
El negocio de los videojuegos en línea continúa creciendo y los ciberataques con él. A lo largo de los últimos años se han sucedido múltiples ataques que han tenido como víctimas a los usuarios de PlayStation y Xbox, dos de las plataformas más extendidas en el mundo de los videojuegos. Uno de los motivos por los que la amenaza de los virus sobrevuela a los gamers es que los usuarios aún no hacen lo suficiente para protegerse. Según Camilo Gutiérrez, investigador de ESET en Latinoamérica, el 53% no usa ningún tipo de antivirus y, de los que sí lo hacen, el 36% lo desactiva cuando juega para que no afecte al rendimiento del equipo. En febrero del año pasado, la compañía Big Fish Games sufrió uno de los ataques más recientes: los hackers instalaron un virus en la página de facturación y pago e interceptaron así los datos bancarios de los usuarios.
Los adictos a videojuegos son una presa fácil de los ciberataques. Según un estudio llevado a cabo por ESET, los jugones prefieren comprometer la seguridad de sus dispositivos a perder una partida.
El secuestro del internet de las cosas
Todo está conectado. Así es el mundo en el que vivimos. Y el Internet de las Cosas supone un paso adelante para integrar el espacio doméstico y ciudadano a las redes.El desarrollo creciente de coches autónomos y casas automatizadas implica también nuevos ámbitos a los que los hackers pueden sacar partido. Se calcula que solo en 2016 ha habido 6.400 millones de dispositivos conectados a internet (móviles, televisores, relojes, neveras) y se teme que el próximo año aumenten los delitos de secuestro de estos objetos, es decir, que se instale un virus que bloquea, por ejemplo, una cámara de seguridad, y se pida dinero a cambio de desbloquearla. Esto es lo que se denomina ransomware. Así, el año que viene se verá una evolución de la práctica que los cibercriminales habían llevado a cabo hasta ahora: recurrían a programas maliciosos que bloquean los equipos y exigían el pago de un rescate para liberar el disco duro.
Los 'gadgets' de la salud
Según la consultora Gartner, para 2017 habrá más de 322 millones de weareables (como relojes inteligentes, bandas deportivas y monitores de glucosa) conectados a Internet y de acuerdo a los expertos del foro ESET, el 39% de las empresas de salud no sabe cómo protegerse ante un ciberataque. Esta situación plantea un escenario perfecto para los hackers, que pueden obtener datos confidenciales sobre la identidad de los pacientes.Las infraestructuras críticas, el objetivo más atractivo
La administración pública, el sistema financiero, las centrales y redes de energía y la industria nuclear siempre han sido objetivos muy codiciados por los hackers por el valor que tiene la información que consiguen de ellas. La amenaza que se prevee para el próximo año se debe a que la actualización de los sistemas de protección de estas infraestructuras es escasa.Los piratas informáticos continúan introduciéndose con monótona regularidad en sistemas y bases de datos protegidos en forma extrema. Y el nuevo y tentador objetivo para los ciberataques: las centrales nucleares. La alarma ya la hizo sonar la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), que urgió a la comunidad mundial a intensificar los esfuerzos para proteger las plantas nucleares de posibles ataques informáticos.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: http://www.elcomercio.com/opinion/columna-thalifdeen-plantasnucleares-ciberataques-opinion.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com
La nube tampoco está a salvo
La amenaza que plantean los ataques DDoS (Denegación de Servicio Distribuido) y a aplicaciones web sigue creciendo. Las nubes públicas y privadas se estan viendo afectadas por los ataques maliciosos.La compañía Check Point añade a esta lista los ataques a la nube, donde cada vez hay más datos almacenados. Infectar con un virus a un proveedor de servicios cloud afectaría a todos los clientes que almacenan sus datos allí, por lo que con un solo ataque los hackers consiguen acceso a los sistemas de multitud de empresas. A pesar de que las compañías de cloud computing invierten muchísimo dinero en mejorar su seguridad, el hecho de que cada vez más empresas opten por la nube hace que los ataques se dirijan cada vez más hacia estas nuevas infraestructuras.
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