Se han creado dispositivos sin batería que obtienen energía de los movimientos del cuerpo humano. Se realiza a través de una fina película invisible permite alimentar un móvil con el movimiento de los dedos sobre la pantalla
La duración de las baterías y su gran tamaño comparado con el de otros
componentes en diversos dispositivos es todo un problema de ingeniería
para los fabricantes de microelectrónica, además de las baterías de mayor capacidad o los cargadores portátiles,
diversas iniciativas buscan emplear métodos alternativos para darle
energía a los smartphone, e intentando que no se generen los problemas que han generado las baterías en smartphones.
Ahora un grupo de ingenieros de la Michigan
State University han dado a conocer en la revista Nano Energy
una tecnología que podría cambiar esto. Básicamente emplea una fina
capa de material sobre la pantalla de teléfonos móviles, teclados y
otros dispositivos para generar suficiente energía como para operar con
ellos sin que sea necesario utilizar una batería convencional.
Este ingenioso material se llama FENG (siglas de nanogenerador ferroeléctrico biocompatible).
Aunque es tan fino como una hora de papel tiene una base de silicona
sobre la que se añaden varias capas de materiales como plata, poliamida y
polipropileno. Contiene partículas que al comprimirse generan energía
eléctrica. Esa compresión puede ir desde frotarlo suavemente con los
dedos a pisar sobre él con los zapatos.
Empresas como Nokia ya experimentaron hace años con materiales similares,
este caso con cristales piezoeléctricos, aunque no llegaron a
incorporarlos en sus productos comerciales. Según explicaban, una
persona puede generar unos 70 vatios por el simple hecho de caminar y
esa energía se podría guardar en una batería o enviarla a otros
dispositivos.
Una de las curiosidades del nanogenerador
FENG es que aumenta su capacidad de generación de energía cuando se
pliega. Sus creadores lo explican como una fina película flexible que se
puede plegar una y otra vez y guardar por ejemplo en el tacón especial
de un zapato. Al andar el impacto contra el suelo y la fricción
generarían energía, que podría transmitirse de forma inalámbrica a otros
dispositivos que se llevaran en el cuerpo. De hecho mencionan que están
trabajando en unos auriculares inalámbricos con esta idea, pero podría
servir para recargar la batería convencional de teléfonos móviles,
relojes y similares.Actualmente hay baterías cargadoras de dispositivos móviles, como la llamada Ampy, que emplean un pequeño mecanismo y el movimiento que se produce al caminar o correr como un generador para recargar una batería, que luego puede alimentar un móvil – una idea ligeramente diferente. Con el Ampy y dos horas caminando (o una corriendo) se consigue una hora de carga para un móvil, aunque el aparato es relativamente grande y aparentemente un poco incómodo. La nueva tecnología aprovecha la miniaturización para hacer de ese componente de alimentación eléctrico algo oculto o incluso invisible.
Entre los dispositivos de prueba que los investigadores han conseguido alimentar con la energía de los dedos de una mano están una pantalla táctil LCD, un conjunto de 20 luces led y un teclado flexible. En la pantalla basta arrastrar los dedos por la pantalla; el teclado se alimenta de la energía que generan las pulsaciones sobre las teclas.
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