Sarahah, la ‘aplicación de la sinceridad’

Esta app , supuestamente, para enviar "comentarios constructivos" a una persona de forma anónima, muy popular en la denomindada "generación Snapachat" está comenzando a usarse para acosar.

A principios de este año, el programador saudí Zain Alabdin Tawfiq tuvo una idea para una aplicación con fines laborales que serviría a negocios y empresas para saber el feedback de sus empleados de forma honesta. Sí, honesta, porque la clave de la app estribaría en que los empleados podrían enviar mensajes anónimos, y en ese anonimato se podrían escudar para enviar un mensaje honesto. Dicho y hecho, en febrero de 2017 se estrenaba en Android e iOS Sarahah, una app que esta semana está en boca de toda la red por ser el último fenómeno digital.
Este verano, dicha aplicación presentó su versión en inglés. Prometía ser un vehículo anónimo para ofrecer críticas constructivas a los equipos en los lugares de trabajo. Desde entonces ha atraído a 300 millones de usuarios y ha alcanzado el primer puesto de las listas de descargas de la "tienda de aplicaciones" de Apple en más de 30 países. No obstante, los usuarios ya han empezado a informar de que están recibiendo mensajes intimidatorios y obscenos.
Los diseñadores de Sarahah declaran que la aplicación permite a los usuarios "obtener una reacción sincera por parte de sus amigos y sus compañeros de trabajo" con el fin de "ayudar a la gente a desarrollarse por sí misma al recibir comentarios constructivos anónimos". Los usuarios se registran en una cuenta y reciben un enlace que pueden compartir en otras redes sociales, en el que invitan a todos los que tengan acceso a su perfil a mandarles mensajes anónimos. Los remitentes no necesitan tener una cuenta. En el mundo árabe, donde lo que se dice está sometido a mucho más control cultural, enseguida se utilizó para hacer declaraciones de amor entre homosexuales y muchas otras que, si no, estarían prohibidas. Como es natural, su fundador, Zain al Abidin Tawfiq, sabía que la aplicación se podía utilizar para acosar e incluyó características de filtro y bloqueo con el fin de evitar un mal uso. Pero como la plantilla está formada solamente por tres personas, la empresa no puede moderar millones de mensajes al día.
La versión inglesa ha tenido una gran acogida entre la generación de Snapchat de menos de 25 años, pero no se situó en el primer puesto de las listas de descargas hasta que Snapchat lanzó las actualizaciones que permitieron a sus usuarios enlazar con sus cuentas de Sarahah. Si bien en opinión de algunos usuarios de Sarahah y otras aplicaciones de la sinceridad similares brindan un apoyo que fomenta la autoestima, también abunda el ciberacoso, ya que la gente aprovecha el anonimato unilateral para decir sin ningún riesgo a sus amigos y a sus compañeros de clase todo lo que no se atreverían a decirles a la cara.

¿Cómo funciona? 

Bajas la app, la instalas, te haces una cuenta y ahora cualquier persona a la que le des el enlace de tu cuenta te puede enviar un mensaje anónimo, un comentario. Y ya está, la lógica simple y práctica al poder para “ayudarte a descubrir tus puntos fuertes y zonas en las que mejorar recibiendo el feedback honesto de tus empleados y amigos de una manera privada”.
Así sobre el papel suena bien estando en un ambiente laboral y constructivo. Pero el problema es que el uso de Sarahah, que en árabe significa ‘Honestidad’, ha derivado en algo totalmente distinto fuera del ámbito para el que fue creada. Pero antes, ¿cómo una app así de pequeñita y enfocada a un grupo concreto ha conseguido semejante éxito? ¿Qué factor ha contribuido al éxito de locos que ha tenido en 5 meses? La respuesta es Snapchat, una de las redes sociales más populares y que permite a todo el que tenga una cuenta en Sarahah compartirla a través de su Snapchat entre todos sus contactos.


 

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