El liderazgo empieza con el ejemplo que damos

¿Les pides a tus hijos que ordenen su cuarto pero tú no haces lo mismo? ¿Esperas que tu pareja sea cariñosa cuando tú no lo eres? ¿Quieres que tus vecinos sean cívicos pero te falta mejorar en esa asignatura…? Nuestros hijos, amigos, vecinos, compañeros de trabajo… en realidad todas las personas con las que nos relacionamos a diario, reciben influencia nuestra, positiva o negativa. Por tanto, es una responsabilidad ser quienes somos, porque influimos en nuestro entorno para bien o para mal. 

Cuando sonreímos, llevamos alegría a nuestro alrededor, y cuando somos trabajadores, influimos en el espíritu de trabajo de nuestro círculo de influencia. También cuando somos solidarios, honestos, confiables, divertidos… repercutimos en que nuestra sociedad sea así. Damos mal o buen ejemplo, pero en todo caso influimos en los demás nos guste o no.
Nos miran nuestros hijos, sobre todo cuando no nos damos cuenta de que lo están haciendo. Aprenden muchas personas de nuestros errores y de nuestros aciertos. La cuestión es si estamos más concentrados en aparentar o en ser, y si ponemos más atención en decir que en hacer. Lo que realmente da ejemplo son nuestras acciones y actitudes, que son más significativos de los valores que tenemos que todas las teorías que tengamos.

¿Cómo poner en práctica esta herramienta?

1. Coge un folio o cuaderno.
2. Haz una línea vertical por la mitad.
3. Escribe un listado en la primera columna de cosas que pides en el día a día a los demás que cambien:
   1. a tus hijos
   2. a tu pareja
   3. a los vecinos
   4. a tus padres
   5. a tus compañeros de trabajo
   6. a los amigos
4. Ahora en la segunda columna puntúa del 1 al 10 cómo llevas tú cada una de esas áreas que pides a los demás que mejoren.
5. Si tienes tiempo, también te propongo que hagas algo más: pedir feedback a otros. Pregunta a esas personas a las que más pides cambios que te digan del 1 al 10 cómo te valoran en esos puntos.
6. Es hora de un plan de acción: empieza por mejorar tú ¡sé ese cambio que quieres ver en los demás, en tus hijos, en la sociedad, en tu pareja… en el mundo.