Uno de los
contendientes en la guerra de los navegadores con mayor longevidad y que
a pesar de no contar con una gran popularidad se niega a tirar la
toalla es Opera, quienes se encuentran de regreso presentando un
atractivo y muy diferente navegador llamado Opera Neon.
El navegador Neon de Opera es una interpretación “fresca y divertida” del navegador web Opera. Puede descargarse gratis para Mac y Windows.
Neon usa la imagen de fondo del escritorio del sistema operativo del ordenador y la incorpora en la ventana del navegador, logrando el efecto de que el navegador “flota” sobre el escritorio. Neon, igual que Coast (el navegador web experimental de Opera para tabletas) prescinde de la barra de direcciones convencional en la parte superior de la ventana. En cambio la barra de direcciones y de búsqueda (Google, por defecto) aparece en la mitad superior del centro, acompañada de las “burbujas” que dan acceso directo a los sitios favoritos, similar al speed dial de Opera que posteriormente fue adoptado por los demás navegadores.
Otras de las funcionalidades experimentales que ofrece son: navegación en pantalla partida, galería para gestionar las capturas, reproductor multimedia (que permite reproducir cualquier elemento de audio o vídeo presente en cualquier pestaña abierta) y soporte para la apertura de vídeos en pantalla propia.
El enfoque enamora en muy poco tiempo para quien realmente quiera sencillez y eficacia en el uso del ordenador, pero además Opera añade a todos estos ingredientes su sello específico: una velocidad de navegación de vértigo que facilita enormemente la experiencia de uso. ¿Defectos de Neon? Bastantes, pero centrados básicamente en el hecho de que se trata de un prototipo de partida sobre el cual se irán añadiendo complementos. Neon no sólo ha llegado para quedarse, sino que además quiere ser el centro de trabajo de su ordenador, hasta el punto que camufla el fondo del navegador utilizando la misma imagen del escritorio, algo que puede llegar a confundir. Esa es la idea, en realidad.
Sin duda, es un navegador bastante atractivo el cual no pretende descubrir el hilo negro pero si demostrar que pueden existir opciones mucho más amigables y atractivas.
El navegador Neon de Opera es una interpretación “fresca y divertida” del navegador web Opera. Puede descargarse gratis para Mac y Windows.
Neon usa la imagen de fondo del escritorio del sistema operativo del ordenador y la incorpora en la ventana del navegador, logrando el efecto de que el navegador “flota” sobre el escritorio. Neon, igual que Coast (el navegador web experimental de Opera para tabletas) prescinde de la barra de direcciones convencional en la parte superior de la ventana. En cambio la barra de direcciones y de búsqueda (Google, por defecto) aparece en la mitad superior del centro, acompañada de las “burbujas” que dan acceso directo a los sitios favoritos, similar al speed dial de Opera que posteriormente fue adoptado por los demás navegadores.
Otras de las funcionalidades experimentales que ofrece son: navegación en pantalla partida, galería para gestionar las capturas, reproductor multimedia (que permite reproducir cualquier elemento de audio o vídeo presente en cualquier pestaña abierta) y soporte para la apertura de vídeos en pantalla propia.
Lo primero que llama a uno la atención al descargarse Neon
es la sencillez y limpieza visual: en la pantalla no hay prácticamente
más elementos que un enorme campo de búsqueda desde el cual se inicia
la aventura. Opera, en cualquier caso, ha tenido el detalle de
dejar al usuario unas burbujas flotando en la parte central de la
pantalla con distintas web o servicios muy populares (Facebook,
Mashable, etc.) para darnos una pista de cómo funciona exactamente Neon.
Desde el punto de vista del usuario, lo más importante será romper los
hábitos y esquemas mentales de los navegadores previos: esto es otra
cosa.
¿No se han sentido alguna vez agobiados con multitud de
pestañas abiertas cuando se está trabajando en algo en concreto? Lo peor
no es sólo la sensación de agobio y desbordamiento, sino que también
esta disposición consume recursos y el sistema puede ralentizarse. En
este sentido, la primera medida de Opera ha sido convertir todas esas
páginas abiertas en burbujas que quedan minimizadas en la pantalla sin
llegar realmente a molestar. Pero van mucho más allá: Neon ofrece una
isla en la parte central de la pantalla en la que podremos colocar las
burbujas que con más frecuencia utilicemos.
El enfoque enamora en muy poco tiempo para quien realmente quiera sencillez y eficacia en el uso del ordenador, pero además Opera añade a todos estos ingredientes su sello específico: una velocidad de navegación de vértigo que facilita enormemente la experiencia de uso. ¿Defectos de Neon? Bastantes, pero centrados básicamente en el hecho de que se trata de un prototipo de partida sobre el cual se irán añadiendo complementos. Neon no sólo ha llegado para quedarse, sino que además quiere ser el centro de trabajo de su ordenador, hasta el punto que camufla el fondo del navegador utilizando la misma imagen del escritorio, algo que puede llegar a confundir. Esa es la idea, en realidad.
Sin duda, es un navegador bastante atractivo el cual no pretende descubrir el hilo negro pero si demostrar que pueden existir opciones mucho más amigables y atractivas.
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