Twitter se dispone a implementar medidas mucho más agresivas para contrarrestar el abuso y los insultos dentro de su plataforma.
Tras más de una década activa, y a pesar de que durante los últimos tres años se haya estancando su uso global, Twitter es una red social vibrante y llena de actividad donde estar al tanto de casi cualquier tipo de información imaginable. Es vibrante, pero cada día lo es para menos gente.
A pesar de ello, Twitter tiene múltiples problemas que llevan años
solucionar bien por disposición o bien por falta de recursos o
dirección. El mayor de este problema para muchos usuarios es el abuso
galopante, el acoso agresivo y la toxicidad del ambiente.
El vicepresidente de ingeniería de la empresa, Ed Ho, aseguró que esta
misma semana comenzarían a lanzarse las nuevas medidas, algunas de las
cuales serían visibles, aunque otras no tanto. Con este plan
pretenden solucionar este problema.
Por diseño, Twitter permite conectar de forma transparente con el
resto. Puedes leer y enviar mensajes a quien quieras, y otros pueden
leer tus mensajes y enviarte mensajes a ti de forma pública. Es esta
última parte la más perjudicial para la plataforma.
Cualquier usuario puede registrarse de forma anónima y empezar a enviar mensajes amenazantes sin ningún tipo de repercusión
en la mayoría de las ocasiones. Twitter tarda horas, incluso días, en
eliminar estos mensajes y sancionar al usuario, pero para entonces, el
acosador ya ha creado una o más cuentas para continuar con sus insultos.
Hace unos meses, Jack Dorsey, uno de los fundadores de la plataforma y
hoy director ejecutivo, anunció que su equipo de seguridad y atención
al usuario iba a recibir mejor formación
para reconocer los diferentes tipos de acoso online. El motivo: Twitter
muchas veces no encontraba ningún elemento dañino en mensajes que la
mayoría de sus usuarios así lo consideraban así.
En Twitter es fácil para usuarios populares utilizar y dirigir a sus
seguidores más fieles para que acosen a otros en la plataforma. Basta
con iniciar una discusión pública con alguien para que otros salgan en
“defensa” insultando a la otra parte. Es una táctica que costó a Milo
Yiannopoulos, un escritor de extrema derecha, su cuenta en Twitter (@nero) de forma permanente.
Durante meses, incluso años, Yiannopoulos utilizó Twitter para acosar
a otros usuarios, famosos y simples personas comunes, que se cruzaban
en su radar. El gota que colmó el vaso fue su ataque sobre la actriz y
cómica afroamericana Leslie Jones.
Entonces, Twitter por fin tomó cartas en el asunto, y decidió eliminar
la cuenta de forma permanente. Tras años de acoso, Twitter por fin había
trazado la línea roja de lo tolerable en su plataforma. El problema es
que la línea estaba muy lejos de lo que muchos consideraban viable.
Por otro lado, el Partido Nazi Americano sigue manteniendo una cuenta en Twitter (@ANP14) con más de 12.000 seguidores, en la que continuamente vierten mensajes a favor del genocidio. Los mensajes se repiten de forma diaria con dosis de antisemitismo, homofobia, racismo, transfobia y nacionalismo.
Las normas de Twitter les permiten seguir operando porque no
utilizan la plataforma contra ningún usuario en concreto. “Solo” son
mensajes genocidas en general, en una defensa de la libertad de
expresión con un acento muy estadounidense.😖
Pero incluso cuando Twitter suspende algunas cuentas, sus usuarios
vuelven a crear otra en instantes, y sus seguidores difunden rápidamente
el nuevo nombre de usuario para obtener volver a tener el mismo número
de seguidores de forma rápida.
Edward Ho, vicepresidente de ingeniería, afirma que se acabaron las puertas giratorias.
Un usuario suspendido no podrá crearse otra cuenta fácilmente. La
promesa será difícil de cumplir, porque casi cualquier medida que
implementen podrá ser evitada con medios técnicos, pero por lo menos
demuestran una voluntad que hasta ahora no existía.
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