Un algoritmo desarrollado en Francia permitirá saber cómo será una
persona cuando envejezca, y los resultados son los más fidedignos
conseguidos hasta la fecha.
Grigory Antipov, de los laboratorios franceses Orange ha desarrollado el algoritmo que permitirá saber cómo será una persona cuando envejezca, y los resultados son los más fidedignos conseguidos hasta la fecha. Además, el proceso también puede llevarse a la inversa, y puede saberse cuál era el aspecto de una persona mayor cuando era un niño.
La novedad en el algoritmo desarrollado por Antipov junto con sus
compañeros Moez Baccouche y Jean-Luc Dugelay es que el software toma en cuenta los rasgos personales
de cada uno para envejecerlo o rejuvenecerlo, una característica que no
se tuvo en cuenta en los anteriores procesos realizados.
El estudio realizado por Antipov afirma que los expertos diseñaron una
red generativa que añade datos sobre la edad (*Age Additional Generative
Adversarial Network), acGAN, para generar imágenes sintéticas de alta calidad dentro de las categorías de edad requeridas y reconstruir la imagen de una cara preservando la identidad de la persona.
Antipov ha desarrollado un software de aprendizaje profundo (es decir, un
conjunto de algoritmos en aprendizaje automático) para solucionar un
problema de los sistemas anteriores, que permitían cambiar los rostros
de diferentes maneras, pero sin mantener las características personales
del individuo. O sea, los rasgos de un niño de 12 años no eran
identificables en la fotografía “envejecida”.El enfoque del programador
implica dos máquinas que trabajan juntas: un generador de caras y un
discriminador facial. Ambas aprenden cómo se ven los rostros a medida
que envejecen a través del análisis de fotografías de personas de seis
grupos de edad (0-18, 19- 29, 30-39, 40-49, 50-59 y más de 60 años).
El reconocimiento facial del algoritmo tiene un 80% de precisión, un 30% más que las otras técnicas desarrolladas.
El sistema se entrenó con 5.000 caras en cada grupo, tomadas de
la base de datos Internet Movie y Wikipedia y luego etiquetados con la
edad de la persona. De esta manera, la máquina aprende los rasgos
característicos en cada franja etaria y los aplica en otros rostros para
que parezcan tener la edad determinada. Como eso puede causar la
pérdida de identidad, la segunda máquina —el discriminador facial—
analiza la imagen envejecida para saber si el individuo puede ser
reconocido en ella. Si no puede, la imagen es automáticamente
rechazada.
Antipov afirma que su técnica podría ser utilizada por equipos de
seguridad e inteligencia para identificar a criminales buscados por la
policía o a personas que han estado desaparecidas durante muchos años.
“La versión envejecida de la foto facilitada por la familia, por
ejemplo, puede proporcionar una idea de la apariencia de esa persona en
la actualidad”, explica. El experto señala que el algoritmo también
puede tener una posible aplicación en el mundo del entretenimiento.
El programador y sus colegas no pretenden hacer el algoritmo público,
de momento, pero señalan que la descripción del sistema en su artículo
es lo “suficientemente detallada” cómo para facilitar su implementación
por una persona interesada. “Y siempre estamos dispuestos a proporcionar
detalles adicionales de nuestros modelos”, afirma Antipov.
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