Sacar dinero de un cajero es una operción tan
cotidiana que en muchas ocasiones se desconocen los riesgos que puede
entrañar. Sobre todo porque al acecho hay delincuentes dispuestos a
aprovechar cualquier descuido y sacar rendimiento de ello.
En
este sentido, conviene tener en cuenta una serie de consejos y
advertencias que en los últimos meses han ido ofreciento en sus cuentas
de Twitter tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional.
Ambos Cuerpos han alertado en esta red social de los engaños que pueden
acabar con la pérdida de una buena cantidad de dinero. Estos son los
más significativos.
No devuelve el dinero
La Guardia Civil reveló en su momento lo que jamás debes hacer en un cajero cuando saques dinero.
Este fue su mensaje: "Si has tecleado correctamente tu pin, pero el
cajero automático no te da tu dinero, no te vayas. Comprueba la ranura y
llama a tu banco o a la entidad que respalda tu tarjeta".
El
riesgo aquí radica en la posibilidad de que alguien haya modificado la
ranura para retener el dinero e impedirte que lo recojas.
Hace
un año cuatro personas fueron detenidas por más de cincuenta delitos de
hurto y estafa tras apoderarse de tarjetas y cartillas en cajeros
automáticos mediante el método de la siembra.
Esta
forma de delinquir consiste en acercarse a la víctima en el cajero y
llamar su atención diciéndole que se le ha caído dinero. En el momento
en que se agacha a por él, los cacos aprovechaban para sustraerle la
documentación bancaria o sustituir su tarjeta por otra.
Además, vigilan el número secreto con la intención de desviar fondos una vez se hagan con la cartilla o la tarjeta.
Lazo libanés
Según informó la Policía Nacional, esta técnica
consiste en introducir un dispositivo en la ranura del cajero que
permite que la tarjeta entre pero no salga, de tal forma que la persona
abandone el cajero sin ella durante varios minutos para notificar la
incidencia.
Los ladrones suelen ir en parejas para ser avisados en
caso de que se aprecie la presencia de algún testigo ocular o cualquier
víctima. Tras la colocación de la trampa, abandona el cajero y espera
la llegada de algún usuario. Cuando se acerca al dispositivo e introduce
la tarjeta, esta se queda capturada. El cliente, confundido, pregunta
el porqué de la retención. El individuo anterior se acerca para
ofrecerse como ayuda. Convence al usuario de que puede recuperar la
tarjeta si teclea el número secreto mientras él pulsa algunos botones
del teclado. Al no surtir efecto, el usuario se da por vencido.
Al
irse, el estafador regresa para sacar la tarjeta de la trampa, que
suele ser de papel de radiografías por su color oscuro, idéntico al del
marco de plástico del cajero.
Así, los estafadores graban con una
pequeña cámara el teclado del cajero, lo que les permite conocer la
clave de la tarjeta insertada. Cuando la persona abandona el cajero, los
ladrones acuden rápidamente a él para extraer la tarjeta con un
destonillador.
La
Guardia Civil ha insistido en reiteradas ocasiones en advertir de un
bulo tan antiguo como surrealista. El Instituto Armado ha desmentido
rotundamente el hecho de que si se introduce el número PIN al revés,
el cajero emitirá una alerta por emergencia. "Tan solo te equivocarás
de PIN. El cajero no avisa a ninguna Policía", recuerdan.
Una
investigación de la firma de seguridad Kaspersky Lab identificó el
nuevo kit para cibercriminales aficionados de malware para cajeros
automáticos que permite acceder a la información. Se llama Cutlet Maker
y, según el analista Konstantin Zykov, se trata de una amenaza
potencialmente muy peligrosa para las entidades financieras. Infectan los cajeros con malware, lo que les facilita la manipulación del efectivo desde el interior.
Aunque las herramientas maliciosas llevan tiempo en circulación, los
últimos descubrimientos revelan que los creadores de malware están
invirtiendo cantidad de recursos en hacer que sus “productos” puedan
estar al alcance de otros criminales menos familiarizados con la
informática.
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