Mocro Maffia

 


El crimen organizado va más allá de los tópicos cinematográficos sobre Sicilia o Nueva York, se extiende por el mundo como cualquier enfermedad y a veces sorprende por dónde es capaz de llegar o qué es capaz de hacer.

La Mocro Maffia se compone de diferentes clanes rivales de sicarios convertidos en señores de la droga. Asentada en Países Bajos (como centro neurálgico del narcotráfico) y también en Bélgica desde mediados de los años ochenta, se la denomina Mocro Mafia, Mocro Maffia o Mocro-oorlog. Mocro porque tiene su origen en grupos magrebíes (especialmente de Marruecos). Están integradas, en su mayoría, por marroquíes de segunda o tercera generación con nacionalidad neerlandesa. Esa conexión con el norte de África es una de sus principales ventajas.

Empezaron controlando la ciudad de Róterdam, uno de los puertos más importantes de Europa. Desde allí traficaban con todo tipo de drogas. Tenían conexiones con mafias del norte de África, para el tráfico de hachís y otros derivados.

La Mocro Maffia empezó a operar en los años 80 del siglo pasado y vio reforzadas sus posiciones a partir del cambio de milenio, cuando las bandas que operaban en Rotterdam entraron en contacto con los cárteles de la cocaína de Iberoamérica y se pusieron de acuerdo para el tráfico de cocaína hacia el norte de Europa. Poco a poco se fueron especializando en otros negocios, desde el tráfico de personas al de armas, pasando por el contrabando, los cigarrillos y el alcohol. Para entonces sus integrantes eran no sólo magrebíes, también antillanos y neerlandeses.

La Mocro Maffia es una organización criminal que nunca ha tenido el seguimiento mediático y cultural de las mafias italianas, norteamericanas o rusas, pero que en los últimos años ha demostrado ser terriblemente violenta y capaz de enfrentarse a la democracia neerlandesa.

La policía se las tenía con ellos diariamente, pero esta mafia holandesa/magrebí nunca era noticia de portada. Así fue hasta 2012, cuando se desencadenó la denominada Mocro War. El detonante fue el robo de una gran cantidad de cocaína en el puerto de Amberes. Varios clanes se enfrentaron en una loca escalada de violencia que le costó la vida a un centenar de personas.

La primera vez que la Mocro Maffia saltó a la actualidad internacional fue el 6 de julio de 2021. Ese día fue tiroteado en Ámsterdam el periodista de investigación Peter R. de Vries, uno de los reporteros más famosos de los Países Bajos. El hombre que hablaba de sucesos y casos sin resolver desde la televisión, el rostro que todos conocían. Dispararon contra él cuando paseaba por las calles de la ciudad y murió diez días después en el hospital.

Peter R. de Vries

La Mocro Maffia fue señalada, pues de Vries estaba especializado en el crimen organizado y más de una vez había denunciado sus delitos y redes de influencia. Incluso había advertido, semanas antes de su muerte, que el capo principal, Ridouan Taghi, le había amenazado por su trabajo en el llamado Juicio Marengo, el más importante hasta la fecha llevado a cabo contra el narcotráfico en los Países Bajos.

Uno de los presuntos implicados en el asesinato de De Vries fue detenido por la Policía Nacional en julio pasado en Sant Feliu de Llobregat (Barcelona). Debido a la alta peligrosidad del detenido, hubo un dispositivo a los Grupos Operativos Especiales de Seguridad, que tuvieron que hacer frente a las fuertes medidas de seguridad adoptadas por este sicario.

Taghi, que durante mucho tiempo fue el criminal más buscado de los Países Bajos, está hoy encarcelado tras ser detenido en Dubai en 2019. Además de con el asesinato de De Vries se le relaciona también con la muerte a tiros ese mismo año de 2019 de Derk Wiersum, abogado de un testigo protegido.

Derk Wiersum

En la actualidad, Amalia de Holanda, heredera al trono, está bajo amenaza.

La Fiscalía de Holanda apunta que el líder de la 'Mocro Mafia' Ridouan Taghi se encuentra tras las amenazas de muerte a la princesa heredera de los Países Bajos, Amalia de Orange. Los Reyes Guillermo y Máxima desvelaron hace unos días que su hija apenas puede salir de casa.

La Princesa comenzó la universidad en Ámsterdam el pasado septiembre, pero las amenazas la han obligado a abandonar el piso que compartía con unas amigas para volver al palacio Huis ten Bosch, en La Haya.

Amelia de Holanda

Hace unas semanas, la prensa holandesa ya publicó que la policía había reforzado la seguridad tanto de la princesa como del primer ministro, Mark Rutte, por temor a que fueran objetivo de grupos del crimen organizado. Al parecer, sus nombres aparecían en varios mensajes interceptados por los grupos de investigación.

Mark Rutte

La mocro mafia en España

Aunque la Policía ha frustrado ahora la llegada de la Mocro Maffia en Cataluña, lo cierto es que ya opera en España (y en otros países de la Unión Europea). No es nada sorprendente si tenemos en cuenta nuestra proximidad con Marruecos y el hecho de que nuestro país está considerado punto de entrada de droga en Europa (proveniente tanto de Sudamérica como del Norte de África).

Precisamente, esas rutas del hachís han permitido a la Mocro Maffia lanzar sus tentáculos hacia la costa española, hasta donde han llevado, como siempre ocurre con el crimen organizado, sus luchas internas y ajustes de cuentas. El pasado mes de junio, la Guardia Civil participó en una operación conjunta con las policías de Francia y Países Bajos, la llamada operación Stoom.

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Líderes de la síntesis

También en cuanto a drogas sintéticas son los líderes a nivel mundial. Nadie rivaliza con ellos en esa materia. Tanto es así que a principios de este año, esas organizaciones se vieron involucradas en la mayor incautación de drogas de síntesis nunca realizada en España. 

Las cifras de aquellos registros en la llamada Operación Mühlberg a lo largo de las tres fases de la investigación fueron astronómicas: 827.000 pastillas de MDMA (200 kilogramos), 76 kilogramos de sulfato de anfetamina(speed), 39,5 kilogramos de cristal, 217 litros de anfetamina líquida -con una capacidad de producción de 738 kilogramos de speed-, 310 kilogramos de hachís, 89 kilogramos de marihuana, 2.000 dosis de LSD, cocaína rosa...


En aquel operativo los investigadores descubrieron el trato que realizaban los holandeses con sus socios españoles. El clan enviaba grandes cantidades de hachís y marihuana, procedentes de Málaga y de Barcelona, para venderlas en Holanda y en el Reino Unido.

Una vez entregados en Países Bajos se aprovechaba el viaje de vuelta de esos mismos camiones para transportar centenares de miles de litros de productos para fabricar drogas sintéticas en suelo nacional.


      





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