Ciberdepredador se denomina a la persona adulta que padece una parafília (desvío de índole sexual) en
la que el objeto sexual elegido para la excitación y relación sexual es
un menor, y que como forma de acercamiento y acceso a los niños
utilizan internet. Aunque los conceptos genéricos pueden hacerse
extensivos a la vida fuera de las nuevas tecnologías.
La realidad se impone y hoy en día los llamados
ciberdepredadores que actúan en la red son más numerosos que los que
depredadores que actúan en la calle, en un parque o a la vuelta de la
esquina. Han cambiado estos emplazamientos físicos por las
redes sociales, los chats, los foros o los juegos online aumentando así
las posibilidades de entrar en contacto con un número mayor de víctimas.
Amparados en ese anonimato que parece otorgar Internet, ocultos tras una
pantalla, haciéndose pasar por quienes les viene en gana desde
cualquier punto del mundo, eligen a sus víctimas, ponen en marcha las
técnicas de ingeniería social que
tan bien dominan e inician así la manipulación que da paso a una
situación de acoso y derribo. Su objetivo: lograr material erótico o
sexual de sus víctimas y en el peor de los casos conseguir un encuentro
físico con las mismas.
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