Los Trinitarios protagonizan más de la mitad de los hechos delictivos cometidos por pandilleros latinos y está detrás de los apuñalamientos y tiroteos ocurridos en los últimos meses. Tienen declarada la guerra a los DDP, Ñetas y Latin Kings.
El tercer trimestre de 2019 ha supuesto una nueva escalada de hechos violentos cometidos por las bandas latinas en la región. Se ha registrado un aumento de la criminalidad desatada por estos pandilleros que ha generado una gran alarma social, sobre todo tras la brutal pelea ocurrida en Vallecas el 30 de septiembre en la que dos grupos se enfrentaron a puñaladas y disparos con el resultado de siete heridos, tres de ellos graves, y nueve detenidos.
A tenor de los datos policiales, el sello verde de los trinitarios está detrás de la mayoría de los ataques de estas bandas y se han convertido en uno de los principales quebraderos de cabeza para la Policía por su agresividad. Cuentan con más adeptos y son los que más territorios han conquistado en los últimos años. Además, según los investigadores, es la única banda que tiene declarada guerra abierta a DDP, Ñetas y Latin Kings. «Tienen enemigos en todos los sitios pero también son los que seducen a los chavales más vulnerables por el dinero que manejan con el trapicheo», añaden las mismas fuentes policiales.
El último informe de Fiscalía de Madrid ya subrayó que en 2018 los Trinitarios estuvieron detrás de 19 de las 33 acciones criminales cometidas por las bandas latinas.
En la actualidad, hay cuatro bandas latinas mayoritarias: Trinitarios y Dominican Don't Play (DDP), de origen dominicano, y Ñetas y Latin Kings, de origen ecuatoriano.
«Los Trinitarios son los más organizados y se están haciendo con el menudeo de drogas en muchos barrios como Cuatro Caminos (su coro -base o sede- más fuerte), Campamento, Vía Carpetana o Puente de Vallecas», explica un mando policial.
Son fácilmente distinguibles por sus atuendos con pañuelos verdes y el número 7. Su consigna es «Dios, Patria y Libertad» (el lema nacional de la República Dominicana). Muchos de ellos tienen sus perfiles abiertos en las redes sociales, donde utilizan lenguaje codificado para comunicarse y mandar mensajes a otras bandas rivales, como los DDP, con los que han tenido las últimas reyertas sangrientas.
«Ningún trinitario puede decir a otra persona quién es el líder, ya que pone en peligro la seguridad de todos», reza el primer mandamiento de esta banda. «Cada trinitario es un guerrero astuto. No puede demostrar miedo en ningún momento. Agresivo y decisivo, que nunca el momento del fracaso pase por tu mente», juran sus miembros. «Los trinitarios tienen que estar unidos hasta la muerte y tienen que saludarse diciendo EY DYPY o 'amor de patria, hermano'», se indica en otros de los versículos. También dejan claro que una vez dentro del grupo no hay vuelta atrás. «Después de que una persona se juramente como trinitario no puede salir, ya que ha hecho un juramento ante Dios y el Mundo. Será trinitario hasta la muerte».
La Policía Nacional ha incrementado también la lucha contra este grupo y en una sola noche llegó a identificar a 50 trinitarios que se preparaban armados con navajas y cuchillos para atacar al grupo rival de los DDP.
Los agentes de la Brigada de Información cuentan con un grupo especializado en bandas latinas que contabiliza unos 300 miembros activos y problemáticos, una cifra que se mantiene estable desde hace tres años. Estas pandillas alcanzaron su apogeo entre 2005 y 2006, cuando la Policía calculó que tenían 700 miembros.
Mucho más altas son las cifras aportadas por un informe reciente realizado por el Centro de Ayuda Cristiano de Madrid, que ampara a jóvenes que quieren dejar las bandas. Este documento concluye que el número de miembros adscritos a las pandillas latinas supera el millar. A tenor de este estudio, los Trinitarios son la banda más numerosa, con unos 600 miembros, seguida de los DDP, con unos 250 jóvenes, y de los Ñetas, que suman algo más de un centenar.
Mientras los Trinitarios suelen reunir a adolescentes exclusivamente dominicanos, los DDP integran a dominicanos, colombianos y, en menor medida, ecuatorianos; y los Ñetas, a puertorriqueños, haitianos, dominicanos y a algunos colombianos.
Fuera de la ciudad de Madrid, los Trinitarios tienen sus feudos en Valdemoro, Getafe, Leganés, Alcalá, Fuenlabrada, Parla y Collado Villalba; en la capital han colonizado Orcasitas, Legazpi, Pueblo Nuevo, San Blas, Cuatro Caminos, Vallecas, Usera, Tetuán y Villaverde.
Por su parte, los DDP están muy afincados en Pozuelo, Carabanchel y Alcobendas; y en Madrid ciudad en Prosperidad, Lavapiés, Usera, Embajadores, Aluche y García Noblejas (junto con la banda de Los Bankitos). Los feudos de los Ñetas son Arganzuela, Vallecas, Quintana y Torrejón de Ardoz, y comparten territorio con los Yankis en San Blas y Simancas.
Los agentes aseguran que las bandas están bastante «controladas» y que la mayoría de los hechos más violentos se resuelven con inmediatez gracias al trabajo de los agentes que combaten a estos pandilleros. «Contamos con una información detalladas de estos grupos y gracias a la labor policial se ha logrado siempre dar una respuesta y contener esta actividad delictiva. El problema surge cuando sale de prisión alguno de sus cabecillas detenidos y la vuelve a liar», argumenta un agente.
Con todo, la Policía admite que ahora las más bandas protagonizan hechos más graves ya que muchos llevan pistolas y tienen otras armas de fuego, y «eso les hace sentirse más fuertes». En la última pelea de Vallecas, los agentes se llegaron a incautar de una escopeta. Asimismo, los investigadores apuntan que las bandas latinas han comenzado a abandonar los parques y lugares públicos como sitios de reunión para okupar viviendas desde las que se organizan, como ocurrió en Ciudad Lineal, donde varios de estos pandilleros usurparon un piso entero.
La Policía Municipal también se ha propuesto luchar contra estos estas bandas y ya anunció en septiembre un plan para controlar a estos grupos callejeros. La novedad de esta medida es que los portadores de las armas prohibidas o peligrosas en vías públicas serán detenidos de forma automática.
La propia Fiscalía de Madrid alertó el pasado mes de septiembre de la «reactivación de la actividad criminal de estos grupos violentos», que se inició en 2015 cuando llevaban desde 2007 con una tendencia a la baja.
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